Llueve
Llueve tanto que ni siquiera puedo verte. Mis ojos buscan
asilo bajo tu mirada, se sienten perdidos, entristecidos, desconcertados,
atemorizados de poder perderte. Se convierten en persianas tras las que cantar
una nana. Oigo incesantes miradas, pero ninguna es la tuya. Han echado la llave a mi cuerpo y mi
alma se ha quedado encerrada, se encuentra en una sala amplia, muy amplia en la
que solo hay noche, en la que solo hay ruido. Solo dos resquicios de luz le
permiten ver la realidad de reojo. Mi alma se siente sedienta de realidad,
necesita salir y poder comerse el mundo. Porque mientras que está ahí metida
llueven sentimientos, sentimientos que hacen más pequeña la sala. Las salidas de
emergencia se bloquean y los resquicios se cierran.
-LLUEVE-
No hay comentarios:
Publicar un comentario